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Capitalizar emociones para desarrollar equipos de trabajo

Capitalizar emociones para desarrollar equipos de trabajo

“Solo los buenos sentimientos pueden unirnos, el interés jamás ha forjado uniones duraderas”   

 Auguste Comte

A la gran mayoría de los que por primera vez inician labores en un nuevo empleo, les emociona esta nueva etapa en su vida, pues está cargada de muchas expectativas; deseos de dar lo mejor de sí; aprender novedades y poner en práctica sus conocimientos; sean estos para su permanencia en este nuevo empleo o como experiencia de vida.

El ambiente laboral requiere en la actualidad de “colaboradores” que tengan competencias no solamente técnicas para una determinada tarea o función; sino también las denominadas competencias blandas, las cuales son esenciales en el aprendizaje y adaptación en el nuevo empleo. No es lo mismo las emociones que las competencias blandas; pero si las primeras en muchos casos determinan una situación, en este caso laboral.

Emociones, etimológicamente deriva de “emoción” que viene del latín emotĭo, que significa “movimiento o impulso”, “aquello que te mueve hacia”; conllevan una carga de energía las cuales se podrían definir como reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación a ciertos estímulos del individuo. Las emociones o sentimientos pueden ser positivos o negativos; variar de un nivel a otro su intensidad; algunos favorecen alguna situación y otras la complican ya que actúan como resortes y nos impulsan a la “acción” para conseguir nuestros deseos y satisfacer nuestras necesidades.

Como lo escribí líneas antes, las emociones o sentimientos pueden determinar la estadía de los colaboradores en las empresas, algunos perciben y sienten que sus expectativas laborales no han sido cubiertas, otros que no son tomados en cuenta, otros creen que son solo “recursos” humanos en la empresa. Es necesario ¿Capitalizar emociones de los colaboradores?, ¿porque o para qué? y ¿A quién le corresponde?

Las empresas requieren que sus colaboradores se sientan motivados no solo porque denota desarrollo personal, sino porque se ha comprobado que repercute en el rendimiento laboral.   Mantener a su personal “motivado” es para algunas empresas casi una política empresarial; pero esta motivación no solo consta en el desarrollo de talleres in house o talleres lúdicos y cumplir el cronograma de capacitaciones; en realidad se trata de crear o recrear un ambiente dual entre los colaboradores y la empresa; por el lado de la empresa  ya sea destinando recursos (en el mejor de los casos),  así como también haciendo “reconocimiento” público cuando se alcanzan metas o se quiere destacar “algo especial de los colaboradores”; y por el lado del colaborador aprovechar estos espacios para replantear sus percepciones y sentimientos con respecto a su lugar en la empresa.

Se pide que el colaborador cumpla con su horario de trabajo, termine su labor de manera eficiente, este motivado y en lo posible este concentrado en su labor; aún existen colaboradores (aunque pocos) que tienen más de 4 años trabajando en una misma empresa y mantienen las expectativas con las que vinieron; en su mayoría los colaboradores migran a otras empresas ya sea por mejoras salariales, por desarrollar otras funciones y otros porque “ya no se sentían a gusto con la empresa” sea esta como grupo humano o con su jefe en sí.

Si uno de los objetivos de las áreas de una empresa es formar y mantener equipos de trabajo, entonces es necesario que los que lideran estos equipos tomen en cuenta detalles como los sentimientos y emociones de los que trabajan con ellos; así como la empresa invierte en recursos, tiempo y en brindar los medios necesarios para el trabajo (en el mejor de los casos); también hay una inversión emocional por parte de los colaboradores.

Las motivaciones en el Ser Humano no corresponden a una generalidad, algunos obedecen a motivaciones extrínsecas movidos por el interés de satisfacción de necesidades psico-corporeas que tiene el trasfondo de “Tener”, guiados por la meta de “Recibir”.

Otros, tienen motivaciones Intrínsicas, es decir están movidos por la necesidad de adquirir conocimientos o hasta cumplir la meta de aprender, están enfocados en su desarrollo profesional.

Pera también hay otro grupo que se relaciona por motivaciones trascendentales; es decir por vocación de servicio; de hacer las labores no solo por un sueldo, un reconocimiento sino también por el hecho de “sentirse bien” por hacerlo.

Es importante enfocarse en forjar uniones duraderas en el centro de trabajo, no solo para la mejora del clima laboral, el bienestar de la empresa; sino también como una medio de acercamiento a nuestro semejante.

Artículo escrito por

Ana Olortegui Saldaña

Ana Olortegui Saldaña

28/09/2016

Artículos - Lucanus Consultores

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